¿No estás hart@s de comprar plantitas de hierbas en los
super o en los viveros y que se marchiten al poco de estar en casa? A veces
tenemos hierbas frescas y sólo usamos una pequeña parte de ellas. Otras veces
son hierbas estacionales y difíciles de encontrar todo el año. Esta técnica es
en realidad muy sencilla pero nos permitirá preservar hierbas frescas sin
que se rompan o estropeen los tejidos de la planta. Congela eneldo, yerbabuena,
tomillo, albahaca… Puedes hacerlo con cualquier aromática que se
precie. Además, al usar bandejas de cubitos, sólo utilizaremos lo nos haga
falta para tal o cual guiso o ensalada.
Ingredientes:
Un buen aceite de oliva virgen extra
Hierbas frescas (tomillo, romero, albahaca, etc)
Cubiteras
Bolsas de congelado
Modo de hacerlo:
Deshojamos la planta en cuestión: si es romero, nos quedamos
con las hojas y desechamos el tallo leñoso; lo mismo hacemos con el tomillo,
por ejemplo y otras hierbas de ramas recias. Las hojas de albahaca o de menta y
yerbabuena más grandes, dependiendo de la variedad, las romperemos con las
manos en trozos. Las colocamos en la cubetera y vertimos el aceite. Es
importante no acomodar con las manos, pues, así evitaremos que engrase los
bordes.
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